
Estaban dos tristes perdices nadando andentro de una olla vieja.
Flotaban entre papas, boniatos, un poco de sal y mucho gusto a mierda.
Así sabes moraleja cuando caldo es con tu historia
¿quién elige quién se casa y quién va adentro de la olla?
Atrás de la última página los reyes van aprontando la mesa,
el mantel casi sin uso y está fresca la cerveza.
Cada vez que hay bella historia, yo me aferro de tu mano
¿Cuánto eliges con tu suerte? ¿qué no elijo cuándo gano?
Allá, a dos párrafos del fin, hay un bosque silenciado.
varios nidos van perdidos y hay niños deshabitados...